A un año de "Juliacazo": continúa la contaminación del Ramis y no hay denuncia por fallecidos
Protesta. El 24 de junio de 2011 campesinos intentaron tomar el aeropuerto, pero la Policía lo impidió a balazos.
Feliciano Gutiérrez. Juliaca.
Ha pasado un año, pero lo recuerdan como si fuera ayer. Sobre todo los parientes de los seis fallecidos que cayeron abatidos por fuego policial, cuando la protesta se había desbordado en el aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca. Los deudos piden justicia y se preguntan si el sacrificio, seis vidas, valió la pena.
Los sucesos del 24 de junio del año pasado se conocen como "Juliacazo", pero no fueron precisamente juliaqueños quienes protagonizaron las violentas manifestaciones contra la minería informal, sino campesinos de la provincia de Azángaro, que hartos de la contaminación pedían al gobierno frenar la extracción ilícita de mineral.
Tomaron el puente Maravillas, en la carretera Puno-Cusco, bloquearon la carretera Juliaca-Arequipa, durante varios días, pero como nadie les hacía caso, decidieron tomar el aeropuerto. Era el Día del Campesino. Los manifestantes quemaron una garita e intentaron tomar la torre de control sin éxito. El resultado: seis muertos y al menos cincuenta heridos.
SIGUE LA CONTAMINACIÓN
Un año después de la asonada, poco se ha avanzado en materia de descontaminación de la cuenca del río Ramis, la más perjudicada por los relaves de unos 40 mil mineros informales en el distrito de Ananea, provincia de San Antonio de Putina. El gobierno emitió a inicios de año unos decretos penalizando la minería ilegal, para obligarlos a formalizarse en todo el país, pero ante las protestas dio marcha atrás.
"Esos decretos fueron un cuento. No existe nada en concreto para descontaminar esta cuenca", expresa el dirigente Vladimir Mamani Cruz, quien cree que el único camino es la interdicción, tal como indica el Decreto Legislativo 1099. El dirigente advirtió que en el caso que no se realice esta intervención en el plazo establecido, los campesinos afectados lo harán por cuenta propia.
Los comuneros de Azángaro se quejan que producto de la contaminación del Ramis sus áreas de cultivo son cada vez menores y creen que hasta la muerte de su ganado tiene relación con este problema. Ellos están dispuestos a ayudar a la Policía y el Ejército en las tareas de interdicción.
MUERTOS INOCENTES
La mayoría de las víctimas del "Juliacazo" no tenían nada que ver con la protesta. Los deudos y heridos se unieron para reclamar justicia. Se organizaron en la "Asociación de Víctimas del 24 de Junio Runa Waccay". Rubén Roque Sucari (26) es uno de los directivos. El día de los enfrentamientos, el joven caminaba llevando su laptop con dirección al centro de la ciudad para realizar un trabajo grupal con sus compañeros de estudios de la Universidad Unión. Fue entonces cuando dos disparos de bala le hirieron ambos pies.
Roque fue uno de los heridos más graves del "Juliacazo". Y es que presentaba fractura de huesos. Demoró casi siete meses para volver a caminar. Luego de la refriega, dice, hubo muchas promesas de apoyo económico para su recuperación, pero luego se olvidaron todos. "Gasté unos cinco mil soles, pero nadie me apoyó. Varias autoridades han venido al hospital y nos prometieron apoyo", expresa.
Javier Perlacios Limache (33) es uno de las seis fallecidos. Agonizó cuatro días, pero no aguantó la herida de bala que perforó el abdomen y murió. Rosa y Delia, hermanas del fallecido, refieren que su pariente no participaba en la protesta. Miraba el enfrentamiento desde el exterior de su domicilio, cuando de pronto recibió el mortal impacto de bala.
Tras la muerte de Javier, su padre Modesto Perlacios entró en un cuadro depresivo. Se enfermó y murió en diciembre de 2011. Los familiares quieren sanción para los culpables y una reparación. ♣
El Dato
Al cumplirse un año del "Juliacazo", para hoy se ha programado una misa en el aeropuerto Manco Cápac. Luego harán romería al cementerio. Para mañana otros dirigentes anunciaron movilizarse por las calles de Juliaca para exigir justicia a las autoridades.
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